5/11/23
Dedico esta entrada a mi amigo José María Hernández a quien le ha picado también el bichito de la botánica.
Acabo de terminar la página en la que he hecho un pequeño resumen de la historia, geografía, actividades económicas, amenazas, etc. de Cabo de Palos y he querido completarla con la vegetación que he ido observando durante los últimos años, además de la que he encontrado esta mañana.
He ido con mi amiga Karina de Santiago (ya me acompañó a la isla del Ciervo para ver el milagro de la primavera) a ver qué podíamos encontrar sobre los acantilados y la falda del faro con el temor de que la falta de lluvias nos privara de otro milagro: el de la floración de la escila (Scilla obtusifolia) y del narciso de otoño (Narcissus deficiens) que he visto aquí en años anteriores.
Escila (Scilla obtusifolia)
Narciso de otoño (Narcissus deficiens)
Sin embargo, a pesar de lo seco que estaba todo, hemos podido comprobar que estas dos preciosas plantas bulbosas habían brotado, aunque en un número menor que en otras ocasiones, gracias a las precipitaciones que hubo en septiembre y a la humedad ambiental que aporta el mar.
Vídeo de un temporal que nos da idea de la adaptación de las plantas de los hábitats costeros
La vegetación de los hábitats costeros, como la de Cabo de Palos, está adaptada a la alta salinidad del ambiente, a las salpicaduras de agua de mar, a los vientos constantes, y a suelos muy pobres, en ocasiones en huecos de piedras o rocas.
Si a las duras condiciones de las zonas costeras para el establecimiento de la vida vegetal, añadimos la falta de lluvia, la supervivencia de las plantas es sorprendente.
Las hojas de muchas de estas plantas llamadas halófitas o halófilas (que toleran la sal) están cubiertas de una película que las protege de la sal y del sol, y otras tienen glándulas que excretan el exceso de sal. Entre las dos más frecuentes en estos ambientes costeros están la margarita de mar (Asteriscus maritimus) que aparece en el Cabo en fisuras de grietas, en suelos poco profundos y muy próximos al mar, pero lejos de las salpicaduras, y el hinojo marino (Crithmum maritimum) que crece en acantilados y en primera línea de mar, pero al que no afectan las salpicaduras del oleaje y los vientos.
Margarita de mar (Asteriscus maritimus) e hinojo marino (Crithmum maritimum)
Otra de las plantas resistentes a estos agentes atmosféricos es el salao negro (Salsola oppositifolia); en estos días de otoño, tras perder todas sus hojas en verano, rebrota mostrando las llamativas alas membranosas que rodean al fruto. Este pequeño arbusto es quizá una de las pocas plantas que llegan al metro de altura en esta zona, ya que las plantas que viven en estos ambientes extremos son de mediano o pequeño porte.
Salao negro (Salsola oppositifolia)
Una de las agradables sorpresas del paseo botánico de esta mañana ha sido ver esta planta propia de las zonas litorales y sublitorales que crece tras el verano: la violeta silvestre (Viola arborescens) que estaba agazapada bajo otros plantas protegiéndose del viento.
Violeta silvestre (Viola arborescens)
En el terreno pedregoso de la falda del faro hemos visto varias matas de esparraguera (Asparagus horridus) con frutos.
Esparraguera borde (Asparagus horridus)
Y ahora os pongo otras especies que he fotografiado en otras épocas del año, principalmente en primavera, como este lirio enano o patita de burro (Gynandriris sisyrinchium) al que ya le dediqué parte de una entrada en este blog y que no deja de sorprenderme por sus delicadas flores en estos ambientes extremos.
Lirio enano o patita de burro (Gynandriris sisyrinchium)
Ajo (Allium ampeloprasum) y avena loca (Avena barbata)
Centaurea aspera y Nevadilla (Paronychia argentea)
Tomillo sapero (Frankenia corymbosa) y cañaheja (Cachrys sicula)
Viborera (Echium creticum subsp. granatense) y Dorycnium pentaphyllum
Crucianella maritima y Aizoon hispanicum
Helichrysum stoechas y Inula crithmoides
Limonium cossonianum y Lobularia maritima
Hippocrepis scabra y Lycium intrincatum
Uña de gato (Sedum sediforme) y zamarrilla (Teucrium capitatum subsp. gracillimum)
Bufalaga (Tymelaea hirsuta) y jarilla romero ((Helianthemum syriacum)
Una explosión de jarilla romero (Helianthemum syriacum) en primavera
Con esta foto que me hizo Karina de Santiago ante un arbustillo de jarilla romero (Helianthemum syriacum) y con gran alegría por ver la repoblación de especies autóctonas que está llevando a cabo la asociación ARBA Cartagena- La Unión, me despido por hoy.
Jarilla romero (Helianthemum syriacum) en las faldas del faro
Repoblación que está llevando a cabo la asociación ARBA Cartagena- La Unión
Como siempre, mi agradecimiento a José Antonio López Espinosa (JALE) por la revisión de especies.
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Fuentes consultadas
López Espinosa, J.L. Scilla obtusifolia. Regmurcia digital
López Espinosa, J.L. Narcissus serotinus. Regmurcia digital
López Espinosa, J.L. Asteriscus maritimus. Regmurcia digital
Thorogood, C. 2021. Field Guide to the Wild Flowers of the Western Mediterranean. Royal Botanic Gardens Kew. Surrey