28/9/20
Se habla estos días de Olindias phosphorica, un organismo que ha aparecido en el Mar Menor y que ha dañado algunos ejemplares de langostinos, según la comunicación de la bióloga de la Cofradía de Pescadores de San Pedro del Pinatar, Ana Muñoz Vera, al diario La Verdad el 24 de septiembre.
Pescadores sacando ejemplares de cangrejo azul y langostinos. Septiembre 2020
A Olindias phosphorica se le llama vulgarmente “medusa cruz” por su gran semejanza con las medusas propiamente dichas y por los cuatro canales principales en forma de cruz que tiene en la parte superior de su umbrela, como podéis ver en las fotos que hice en 2011 en el Mediterráneo (Cabo de Palos), y en el ictiómetro de la Cofradía de septiembre de este año.
Olindias phosphorica en Cabo de Palos en 2011
En esta foto se observa el pequeño tamaño de Olindias phosphorica
Olindias phosphorica pertenece al filo Cnidarios igual que las medusas; tiene en común con ellas su aspecto: umbrella, tentáculos, etc., y sobre todo la presencia de cnidocitos (células urticantes) en sus tentáculos (“cnidos" significa ortiga), pero no es exactamente una medusa, es un hidrozoo.
El término hidrozoo viene del griego “hydra”, serpiente acuática, y “zoo” animal. Así que con estos primeros datos nos vamos dando una idea de por dónde van los tiros...
La característica más importante de los hidrozoos es que hay especies con estructura polipoide o medusoide, y otras pasan por ambas a lo largo de su ciclo vital. La mayoría de pólipos, ya sean inviduos aislados o coloniales, crecen sobre sustratos duros, mientras que en la fase medusoide nadan libremente en el plancton.
Ilustración de las estructuras polipoide y medusoide de los hidrozoos de Cristina Eisman en El ecosistema marino mediterráneo*
La duración de las colonias de pólipos es muy diversa; algunas tienen una vida muy corta, de tan solo unas semanas, pero las colonias grandes pueden vivir meses o años. La mayoría no tiene fase medusoide.
Fase polipoide
Seguro que en zonas rocosas cerca de la costa, te has encontrado alguna vez con alguno de estos hidrozoos, como Pennaria disticha (¡cuidado que pica!) o Aglaophenia pluma (no tiene toxinas peligrosas para el ser humano), y habrás visto que estos animales coloniales están fijados al sustrato.
Pennaria disticha, llamada también árbol de Navidad
Pluma de mar Aglaophenia pluma
Fase medusoide
Pero hay otros hidrozoos que se encuentran nadando libremente en el mar con forma de medusa, aunque son más pequeños que éstas. El borde de la umbrela o campana tiende a prolongarse hacia adentro y los tentáculos que cuelgan hacia abajo están cargados de células urticantes que utilizan como defensa o para paralizar a las presas que encuentran para comérselas.
Es un hidrozoo que suele encontrarse libremente en el agua. Su fase polipoide es muy pequeña y poco conocida.
Su umbrela es translúcida y puede llegar a medir 6 cm de diámetro; tiene cuatro canales radiales principales como se ven en las fotos de arriba; muchos canales radiales secundarios; hasta 60 tentáculos primarios cortos, blanquecinos y hasta ¡¡¡120!!! tentáculos secundarios, largos y transparentes.
Es más fácil observarlo de noche ya que presenta una bioluminiscencia que le da un color verde azulado, de ahí el nombre de esta especie: phosphorica.
Olindias phosphorica avistada en Cabo de Palos en 2011
Alimentación de los hidrozoos
Casi todos los hidrozoos son carnívoros muy voraces, pero algunos también se alimentan de microalgas. Sus presas favoritas son pequeños crustáceos o larvas de animales de mayor tamaño que capturan con sus tentáculos.
Tentáculos de Olindias phosphorica
En esta imagen, aunque de mala calidad, se puede apreciar bien la cantidad de tentáculos que tiene. No me acerco demasiado para fotografiarlas –tengo que confesar que me dan pavor las medusas y las hidromedusas–; son los únicos animales marinos a los que temo, por experiencia, claro.
La reciente entrada de Olindias phosphorica en el Mar Menor es causa de preocupación ya que sus picaduras son muy dolorosas, y además, por el daño que podría causar al famoso langostino (Penaeus kerathurus) de nuestra laguna si se reprodujera masivamente.
Según me contaba la Dra. Muñoz Vera, este hidrozoo es arrastrado por las corrientes, y a veces se introduce en el copo de la paranza (arte de red fija, arte trampa) produciendo la muerte de estos preciados mariscos como consecuencia del contacto de sus células urticantes.
Fantástica fotografía de Olindias phosphorica de Eulalia Rubio en La Manga (Mediterráneo)
Yo no me he encontrado una Olindias todavía en el Mar Menor; esperemos que su entrada en la laguna haya sido algo casual y que no hayan encontrado aquí un lugar donde reproducirse y vivir. Pero sobre todo, me gustaría que sirviera como ejemplo de especies que podrían llegar si se dragasen más las golas. Cuanta más agua entre del Mediterráneo, más bajará la salinidad y habrá más posibilidades de que se introduzcan especies dañinas que antes no podían vivir en el Mar Menor a causa de su mayor salinidad respecto al Mare Nostrum.
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Pequeño vídeo que grabé en 2011 y en el que se puede ver cómo se mueven estos pequeños hidrozoos.
Más fotos de hidrozoos en la sección de Cnidarios
Agradecimientos a Ana Muñoz Vera por las fotos e información que me ha proporcionado para la redacción de esta entrada y a Cristina Eisman Valdés por permitirme utilizar sus ilustraciones.
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Fuentes consultadas
Calvín, JC y Eisman, C. (2020): El ecosistema marino mediterráneo*. Edición propia.
Hofrichter, R. (2005): El mar Mediterráneo. Ediciones Omega. Barcelona
DORIS Olindias phosphorica