10/5/20
En el pasado, a estos pequeños gasterópodos se les llamaba Cyclope pellucida y Cyclope neritea, de ahí que su nombre vulgar sea “cíclope”, aunque hoy en día el género Cyclope ha pasado a denominarse Tritia; a él pertenecen dos especies que viven en el Mar Menor: Tritia pellucida y Tritia neritea.
Tritia pellucida
Tritia neritea
¡Qué bien se lo deben pasar los científicos cuando nombran una especie por primera vez! En este caso la forma redondeada de su concha y los dibujos de la superficie de esta, le debieron sugerir un ojo a Linneaus, y ¡claro, qué mejor que llamar Cyclope al género de estos caracolillos en recuerdo de aquellos gigantes de la mitología griega que tenían un solo ojo en medio de la frente.
El cíclope más famoso, como recordaréis, es Polifemo, el que sorprendió a Ulises / Odiseo y a sus hombres dentro de su cueva y al que estos dejaron ciego para poder escapar.
Ulises cegando a Polifemo. Museo del Louvre
Estos moluscos gasterópodos tienen una concha redondeada y enrollada en forma de espiral; la concha de T. neritea tiene un diámetro de 1,1 cm a 1,2 cm y la de T. pellucida algo menos de un centímetro. Estas dos especies son bastante parecidas y por lo tanto difíciles de distinguir cuando están vivas.
Tienen hábitos nocturnos, durante el día pasan la mayor parte del tiempo enterradas debajo del primer centímetro del sedimento porque su sifón es relativamente corto.
Cíclope con gusano tubícola encima de su concha
Varias partes del cuerpo de un cíclope
¿Dónde viven?
Estos pequeños caracolillos marinos viven en fondos arenosos de aguas poco profundas, preferentemente en estuarios y lagunas costeras como el Mar Menor. Son organismos eurihalinos, es decir, que soportan muy bien las variaciones de salinidad.
Cíclope trepando por una hoja de la fanerógama marina Cymodocea nodosa. Mar Menor
Un papel muy importante
Tritia neritea y T. pellucida son necrófagos (comen peces o crustáceos muertos) y detritívoros (comen detritos o materia orgánica en descomposición); tienen unos receptores sensoriales muy desarrollados que les permiten detectar sus presas a distancia y son capaces de desenterrarse en pocos segundos y dirigirse a ellas.
Cíclopes devorando un berberecho (Cerastoderma edule). Mar Menor
Son muy importantes para el ecosistema por la función que desempeñan al eliminar restos orgánicos y contribuir a su reciclaje. La materia dejada por estos carroñeros es después usada por los descomponedores, el último paso de la cadena trófica.
Concentración de cíclopes comiendo materia orgánica en descomposición después del episodio de eutrofización del Mar Menor en 2016
Otro caso más de la importancia de lo pequeño.
Si quieres saber qué otras especies de moluscos se pueden encontrar en el Mar Menor y en el Mediterráneo, haz clic:
Fuentes consultadas
Murcia Requena, J. (2015): Guía de la flora y fauna marinas del Mar Menor. Nautilus.
Données d'Observations pour la Reconnaissance et l'Identification de la faune et la flore Subaquatiques (DORIS)