5/5/20
Esta cuarentena, con tanta tristeza a nuestro alrededor, ha tenido algo positivo: me ha servido para actualizar y completar marmenormarmayor.es y para escribir pequeñas historias y curiosidades en este blog.
Mis amigos Cristina Mena y Miguel Vivas, ambos biólogos e infatigables defensores del caballito de mar desde la Asociación Hippocampus, me animan a dedicarle una entrada a unos pequeños crustáceos por su importancia en la cadena trófica en el Mar Menor.
Pensando en la cadena trófica me ha venido a la memoria este encantador dibujo del profesor de Ecología de la Universidad de Murcia, Arnaldo Marín, publicado por el diario La Opinión en una colección de fascículos sobre la Región de Murcia y su naturaleza en 1990, y cuyos tomos encuadernados guardo como oro en paño.
El Mar Menor. Arnaldo Marín, Tomo I. La Región de Murcia y su naturaleza. La Opinión 1990
Cadena trófica
La imagen de arriba nos muestra el ecosistema del Mar Menor: los seres vivos que lo pueblan, la relación entre ellos y el medio que los acoge, pero también nos sirve para imaginar cómo funciona la cadena trófica, es decir, la cadena alimentaria en la que la materia y energía de un ser vivo pasa a otro, o más sencillo aún, saber quién se come a quién.
Ejemplo de cadena trófica en el Mar Menor
Los vegetales marinos (algas y fanerógamas) desempeñan un papel ecológico primordial en el ecosistema marino. Gracias a su actividad fotosintética, transforman la energía y algunas moléculas en materia orgánica. Son, por lo tanto, sus productores primarios, el primer eslabón de la cadena trófica.
Las especies herbívoras son los consumidores primarios, segundo eslabón de la cadena. Pero estos a su vez sirven de alimento a otros animales, como el caballito de mar, que pasa a ser el consumidor secundario. Cuando muere el caballito, otros organismos se encargan de transformar la materia, estos son los descomponedores.
Los peracáridos son crustáceos diminutos que viven cerca de los fondos marinos, sobre algas o fanerógamas. Se alimentan de materia en suspensión, sedimento, algas, carroña, y a su vez son fuente de alimento para peces, entre ellos el caballito de mar y la aguja (Syngnathus abaster), y para otras especies que viven igualmente cerca de ellos.
A este superorden pertenecen los dos protagonistas de hoy: Gammarus aequicauda (Orden Amphipoda) y Tanais dulongii (Orden Tanaidea), hallados en el alga verde Clodophora cuyas fotos podéis ver a continuación.
Gammarus aequicauda (anfípodo)
Tanais dulongii (tanaideo)
No creo que pueda aprenderme estos nombres, pero me ha gustado saber un poco de ellos. Y sobre todo saber lo que comen los caballitos de mar que tanto nos deleitan (o nos deleitaban) con su presencia en este pequeño mar tan maltratado.
Fotografías cortesía de Cristina Mena.
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Fuentes consultadas
Thiel, M. e Hinojosa, I. (2009) Peracarida – Anfípodos, Isópodos, Tanaidáceos y Cumáceos
Esquete Garrote, P. PERACÁRIDOS Y PICNOGÓNIDOS DE LAS PRADERAS DE FANERÓGAMAS DE LA ENSENADA DE O GROVE: ECOLOGÍA Y FAUNÍSTICA
Instituto Ciencias del Mar Divulga El mar a fondo